“Hace muchos años trabajo con poblaciones, más de 13 o 14 años. Conozco el 90% del país, y esto nació de una determinación, en que un día decidí poner de mi parte, a través de mi oficio. Enseñar el oficio de la costura, mejorar productos y transformarlos a través de lo que se hacer. No se necesita tener grandes cantidades de dinero para hacer proyectos sociales, impacto social o generar cambio, solo con el conocimiento, y al generar espacios, escuchar lo que necesitan las comunidades, mejorar sus productos, buscar nuevos espacios comerciales, nuevas salidas, así es que puedes cambiarles la vida a las personas.
Para mi la sostenibilidad va desde pequeñas cosas. Es muy bonito que hace poco estuve en una casa, en la de Víctor, un beneficiario de los proyectos que hacemos, y me dijo que estaba muy feliz y agradecido porque tenía proteína todos los días. Para mi eso es sostenibilidad. Eso es hacer un impacto diferente. Para mi es que si dejamos de trabajar de forma individual y pensamos en colectivo, eso es.
Podemos comenzar con las co-creaciones, con el trabajo en equipo. Debemos mostrarle al mundo que Colombia tiene una industria de la moda unida, una identidad, que se trabaja en equipo, eso es lo que trato de hacer todos los días. Eso es lo que me mueve las fibras como colombiano y lo que invito a mucha gente a hacer. Que dejemos de oponernos, busquemos alianzas, creemos una industria que le de la oportunidad a todos. Todos unidos haríamos un país totalmente diferente”.
“Debemos mostrarle al mundo que Colombia tiene una industria de la moda unida, una identidad, que se trabaja en equipo”.
Tracemos costuras de amor
Los discursos de odio, como lo reveló Adama Dieng, Asesor de la ONU en la Prevención del Genocidio, son lo más peligroso que un pueblo puede permitir lo permee: “Los discursos de odio anteceden a los crímenes de odio”. Recordó que “las palabras matan, las palabras matan tanto como las balas. Por eso, debemos hacer un esfuerzo para invertir en educación, en los jóvenes, para que la próxima generación pueda entender la importancia de convivir en paz”. Construyamos con nuestras palabras, no destruyamos. Trabajemos por nuestro país, no en contra de él.
Debemos hacer un esfuerzo por volver a ver al otro a través del afecto y de la comprensión; recordar que somos todos colombianos, y que todos vamos dentro del mismo barco. De nada sirve destruirnos, en su lugar rememos con fuerza y determinación hacia una Colombia en paz.