jorge alfredo vargas

La Cachaca y el Costeño

Inés María Zabaraín es una de las presentadoras de noticias más reconocidas en Colombia. Su nombre equivale a credibilidad, profesionalismo y gracia, y con treinta años dándole la cara a la pantalla nacional, hace hoy parte del equipo de Noticias RCN.

 

Una niñez de fábula

Nacida en Ciénaga, Magdalena, pero con una colorida infancia disfrutada en Santa Marta, esta costeña de nacimiento y no tanto de comportamiento, recuerda sonriendo su niñez: “Yo toda la vida viví en el Rodadero, frente al mar. Los colegios allá en esa época eran de 7:30 a.m. a 12:30 del día. Almorzábamos en familia, incluso con mi papá que era el gerente del Banco de la República. Después uno tenía toda la tarde para jugar, estudiar, o irse a la playa. Uno se encontraba con las amigas en la esquina de la droguería y se comía un helado. Es que era un pueblo con mar y con libertad, fue delicioso, eran otros tiempos”. Suspira y recuerda que cuando tuvo a sus hijos quiso lo mismo para ellos: “Yo lo único que pensaba era que ojalá tuvieran una infancia como la mía”.

Foto: Jetset.com.co

“Yo era maestra de ceremonia. Si teníamos que hacer una exposición, hacíamos un noticiero y yo lo presentaba”.

De su paso por el Colegio La Presentación de Santa Marta relata: “Siempre fui de las mejores alumnas, pero también me gozaba el colegio. ´Mamaba gallo`, me moría de la risa en clase, mientras estaba en los primeros lugares. Era deportista, jugaba básquet y softball, y mis amigas de esa época siguen siendo mis grandes amigas hoy en día”. Y al indagar sobre su profesión y esos primeros recuerdos del mundo de la televisión comenta: “El adorno de la sala era el televisor. Me acuerdo de los sábados en la mañana, cuando mi hermano Rafa que era el madrugador de la familia nos levantaba para ver la parrilla infantil: “Los Súper Amigos” y “El Crucero del Amor”. Y ese era el plan de la mañana. También veíamos en la noche telenovelas”. No hay un recuerdo claro de niña de ver un noticiero, pero todas las actividades extracurriculares en el colegio la conectaron tempranamente con esta profesión: “Yo era maestra de ceremonia. Si teníamos que hacer una exposición, hacíamos un noticiero y yo lo presentaba”, explica.

 

Una profesión que siempre estuvo clara

Foto: Hernán Puentes (2021)

Se graduó a los dieciséis años y sin dudarlo se presentó exclusivamente en la Universidad Javeriana, a la facultad de Comunicación Social. Fue admitida y se fue a vivir a Bogotá con su hermano Rafael, a la casa de una tía. Esa costeña que desde muy joven vivió lejos de su hogar, y enfrentó la llegada a Bogotá con solo una chaqueta de cuadros, se ríe a carcajadas al recordar esos primeros días en la universidad: “Me tenía que ir en buseta muy temprano. El paradero era en la calle 127 con autopista, y casualmente una amiga se subía en esa buseta unas cuadras antes, así que me hacía señas, ¡gritaba!, paraba el bus, y yo en este despiste a veces no la veía. Pero cuando lo lográbamos nos íbamos acompañadas desde ahí”. Y esa misma gran amiga se burlaba de Inés María porque solo tenía una chaqueta para su vida bogotana. “Se muere de la risa todavía porque nosotros veníamos de Santa Marta, y cuando veníamos de vacaciones, uno solo tenía una chaqueta de frio. Esa única chaqueta de cuadros grises con rojo me la ponía todos los días, y solo me cambiaba lo de adentro”, comenta con humor.

 

Luego de un semestre se fue para Estados Unidos de intercambio para aprender inglés. La gran enseñanza de ese año en Maineville, Ohio, además del idioma, fue su especialización en mecanografía. “Vivía con una familia muy querida. Pasé feliz, me iba en bicicleta al colegio, hice el último año de high school, y tuve hasta baile de graduación. Escogí aprender mecanografía en el colegio, porque sabía que me iba a servir en mi profesión. Yo soy de las que llego a hacer un in y lo hago sin mirar el teclado”, dice con certeza absoluta. Y con esa certeza siguió su camino y ya en cuarto semestre comenzó sus prácticas al aire. En la cadena tres, uno de los canales públicos de la época dedicado al contenido institucional y cultural, la Javeriana tenía dos espacios, y rápidamente ella fue escogida como presentadora de una sección de educación, y luego como la principal.

 

De farándula al set principal

Unos pocos semestres después, por la recomendación de un colega de clase, asistió a un casting en Panorama, un programa tipo informativo y de farándula emitido en Colombia desde 1985 y hasta el año 2000, dirigido por Julio Sánchez Cristo. Fue seleccionada para hacer notas de entretenimiento, y allí trabajó dos años hasta que un noticiero llegó a su vida. En la coyuntura de su graduación como profesional en Comunicación Social, se concretó una nueva licitación de espacios que el Estado colombiano concedió a las programadoras de entretenimiento y noticias, y así surgió QAP. Las reconocidas periodistas María Isabel Rueda y María Elvira Samper, junto con los también periodistas Ignacio Greiffenstein, Darío Fernando Patiño y Enrique Santos Calderón del periódico El Tiempo, de la mano de Julio Andrés Camacho y el premio Nobel de literatura Gabriel García Márquez, decidieron fundar un noticiero independiente el 2 de enero de 1992, en el horario de lunes a viernes a las 9:30 p. m., por el Canal A y producido por TV13.

“Julio me llamó a su oficina y me dijo -a que tú no te le mides a trabajar en un noticiero de verdad”.  

Foto: Señal Memoria

Esta aventura comenzó con un reto de su jefe en Panorama: “Julio me llamó a su oficina y me dijo -a que tú no te le mides a trabajar en un noticiero de verdad. A que no te atreves a llamar a una de las Marias - (apodo legendario de María Isabel Rueda y María Elvira Samper). Y sin dudarlo las llamé y les dije que quería trabajar con ellas. Unos años después Julio me confesó que ellas me querían a mi ahí desde un principio, pero que quería ver si yo era capaz”. Aquí se empezó a escribir la historia de la presentadora de noticias. Este nuevo informativo independiente, sin vicios, como pretendieron edificarlo sus fundadores, reclutó a todos los recién graduados periodistas del momento, entre ellos a la cienaguera. Como su experiencia previa era en el segmento de entretenimiento, en QAP se creó una novedosa sección de farándula para ella, los viernes en la noche, enfrentada a las míticas piernas de Viena Ruiz en CM&. Después de dos años en este rol Inés María quiso darle un giro a su enfoque y habló con las Marías: “Les dije que estaba aburrida de ese tema, ya no quería saber qué pasaba con Madonna. Me dijeron que tenía toda la razón, así que comencé a rotar por todo el noticiero. Cubría internacional, política, era jefe de la sala de redacción, lo que tocara. Ese fue mi máster, la especialización que nunca pude hacer, fue mi todo. Una etapa de aprendizaje importantísima”, afirma.

“Fue sorpresivo incluirme en su despedida, y aunque no parezca me emocioné mucho, pero es que a mí siempre me ha costado que mi vida privada sea pública, y me casé con una persona opuesta”.

 

En QAP Noticias no solo adquirió esa experiencia que la diferencia del montón, sino allí conoció a su esposo y padre de sus tres hijos, Jorge Alfredo Vargas. Después de terminar un noviazgo de ocho años, con el pretendiente samario del colegio, comenzó este romance en la redacción del noticiero. Se mantuvo muy privado hasta que, la noche en que Vargas se despidió de QAP al aire, expuso ante miles de colombianos esa relación: “Me sorprendió con eso y yo me quedé seria, y despedí el noticiero. Mis hijas se ríen por mi reacción, no entienden cómo no hice algo más (se carcajea). Fue sorpresivo incluirme en su despedida, y aunque no parezca me emocioné mucho, pero es que a mí siempre me ha costado que mi vida privada sea pública, y me casé con una persona opuesta”. Al año de esa romántica escena contrajeron matrimonio, y están por cumplir sus bodas de plata. 

Video: redes sociales Inés María Zabarain

 

La familia primero

La carrera y la construcción de familia siguió su camino, y cuando Inés María estaba embarazada de su primera hija Laura, QAP iba a desaparecer en la coyuntura del lanzamiento de los canales privados. Este momento coincidió con la oferta del recién creado Canal RCN para incorporarse al equipo de noticias cuando finalizara su licencia de maternidad, y una invitación del Noticiero Nacional para trabajar en su emisión del mediodía. Zabaraín aceptó esta última, y así vivió con tranquilidad esta etapa de su vida. Siempre priorizó la crianza de sus hijos y regresó a la pantalla, por una propuesta de Yamid Amat, a presentar los fines de semana Noticias Caracol. Así lo recuerda: “Esa fue la forma de volver. Paralelo a esto me ofrecieron dirigir la Revista Aló y la Tv y Novelas, pero yo tenía suficiente con Caracol y con tener y disfrutar a mis tres hijos. Pero recuerdo que me salió ser editora para Latinoamérica de la Revista 20/20. Y duré cinco años haciendo eso, y en el noticiero once”, manifiesta.

Foto: Revista Nueva (2011)

Después de dos años en las emisiones del fin de semana pasó a presentar de lunes a viernes el medio día. Más adelante el primetime, la emisión de las siete de la noche, le hizo coqueteos con la partida de la “Tata” Uribe, pero el tiempo con sus hijos fue más fuerte en la balanza, y ahí se quedó hasta que Yamid Amat la volvió a llamar. “Después de once años de estar en Caracol me voy a CM&. Y me voy al mismo horario con el que empecé mi carrera. Además, no lo dudé porque Yamid es divino, es un jefe con el que uno aprende mucho, es consentidor al igual que exigente”. Esa etapa en el Canal Uno duró seis años hasta que Juan Lozano, ex Director de Noticias RCN la llamó para proponerle entrar al Canal. “Ahí arranca una nueva etapa de RCN, y cuando Juan me llama me dice que él sabe que yo trabajo feliz en CM& pero que quiere pedirme permiso para hacer una propuesta. Yo ya lo conocía porque cuando estábamos en QAP Juan había sido asesor de consejos de redacción. Nunca había trabajado con él, pero me hizo una oferta para estar en su prime, y acepté”. Comenta que su esposo, Jorge Alfredo Vargas, quién trabajó en el Canal RCN durante varios años, adora esta empresa: “Jorge adora RCN con toda su alma. El daría lo que fuera por venir un día a saludar a todo el mundo. Dejó grandes amigos que he heredado, además de encontrarme con mis compañeros de QAP que llevan la vida entera aquí”, dice contenta.

 

La pareja del primetime

Resultó algo novelero este capítulo de los esposos enfrentados en el primetime nacional: Jorge Alfredo en Noticias Caracol e Inés María en Noticias RCN. Los dos contándole al país los hechos más relevantes del día, a la misma hora, y luego se componía una escena de película en casa, cuando compartían visualizar el rol de ambos: “Por la noche vemos las dos emisiones, que están grabadas, y nos retroalimentamos. Es chévere porque uno ve que cada noticiero es un mundo aparte, y el tema de antes de “me vas a chivear” ya no pasa. Lo hacíamos con CM& y lo seguimos haciendo ahora. Es chévere porque hablamos el mismo lenguaje”, afirma. 

Foto: Señal Memoria

Ahora, presentando la emisión del medio día, comenta que disfruta salir de día a estar con sus hijos y ver cómo enfrentan sus carreras universitarias y vida social en plena pandemia. Comienza a pensar en ese sueño de regresar a su tierra, visualizando un retiro frente al mar: “Me imagino mi vejez en Santa Marta, y yo le digo a Jorge que ya tengo los dos mecedores frente a la playa. Ya hace unos años lo empecé a sentir, y le dije a Jorge: cuando uno ya quiere volver a donde nació es signo de vejez”, se ríe. A pesar de estos anhelos siente un enorme agradecimiento con Bogotá por haberle dado las oportunidades de su vida, y analizando la personalidad de su marido replantea que este retiro pueda ser real: “A Jorge Alfredo no me lo imagino viviendo en Santa Marta así tranquilo y desconectado, con ese nivel de acelere y de pasión que maneja. Pero ya dio un sí inicial, pero se demora (risas)”. De todas maneras, está el elemento que los ha caracterizado como dupla: “siempre nos han dicho que en la pareja el costeño es él y la cachaca soy yo. Porque yo soy prudente, tranquila y reservada, y él es el polo opuesto. Eso es chistoso”.

 

Sus padres, que tiene a su lado temporalmente en Bogotá, han sido un gran ejemplo, y las adversidades han enaltecido sus virtudes. Su mamá sufrió de una enfermedad repentina que la dejó ciega muy joven, y al preguntarle a Inés María cómo será esa imagen que su madre tiene de ella, contesta: “Mi mamá me vio hasta que cumplí 11 años. A ella le ha tocado evolucionar a cada hijo, cada yerno, imaginarse a su nuera y a sus nietos. No sé cómo hará, pero mi papá le ha descrito cómo estoy, cómo me visto, y es súper crítico. Se debió quedar con esa imagen de niña de pelo y ojos claros. Además, yo me parezco mucho a una tía, y la verdad me parezco mucho a ella. Tenemos el mismo empaque y la misma sonrisa”. Ese hogar amoroso en el cual creció sigue siendo un motivo de unión familiar. Su padre, un lazarillo entregado, ha dado la vida por esa mujer de gafas oscuras y alma bondadosa, y por sus tres hijos. Ese amor infinito es el mayor cimiento que le ha permitido ella haber construido un hogar firme y duradero con Jorge Alfredo.

“Me imagino mi vejez en Santa Marta, y yo le digo a Jorge que ya tengo los dos mecedores frente a la playa. Ya hace unos años lo empecé a sentir, y le dije a Jorge: cuando uno ya quiere volver a donde nació es signo de vejez”.

 

Momentos al aire

Los periodistas y presentadores colombianos han tenido que, en directo frente a las cámaras, informarle a un país acontecimientos impactantes y dolorosos. Inés María Zabaraín recuerda lo fuerte que fue la época de Pablo Escobar, y nunca se le olvidará presentar a las 9:30 de la noche en QAP la noticia de su muerte. Pero de esos momentos que se quedaron marcados en su cabeza y en su corazón fue la Operación Jaque: “Al aire, en directo, informé sobre este suceso al medio día. Fue impresionante, porque uno a esas alturas ya conocía a las familias de los secuestrados, y el sufrimiento que cargaban. Otro hecho que quedó indeleble en mi memoria fue el asesinato de los diputados del Valle, fue durísimo. El dolor que debíamos ver a diario era terrible”, comenta afligida. Y la lista de sucesos sería interminable, porque ha sido una vida entregada a la información.

Foto: Hernán Puentes (2021)

Treinta años de compromiso

Y es que tener una hoja de vida como la de Inés María no es un golpe de suerte. Son treinta años de trabajo, enmarcados de persistencia y disciplina. Al pedirle un consejo para esas personas a las que inspira, dice: “Los jóvenes hoy en día, propio de la generación, piensan que todo se obtiene de un día a otro. Yo a veces los oigo dando declaraciones, diciendo que ya acabaron su ciclo en un trabajo, y solo llevan seis años ahí. La constancia para mí es vital, y esto aplica para todas las profesiones. Y muy importante, nunca te creas el cuento. Porque un día estás arriba y el otro día abajo, y como siempre en la vida, todo da vueltas. No te creas el cuento, haz lo que sabes hacer, sin hacerle daño a nadie, sin pasar por encima de nadie, que así sin duda llegas”, se despide sonriendo, como solo ella lo sabe hacer.